sábado, 28 de noviembre de 2015

Por qué no usar tu nombre real en facebook

   Llevo un tiempo recibiendo llamadas de extorsión. Unas veces es el Licenciado Mishuevos, otras el Ingeniero Tragatronchas, siempre el mismo patrón de llamada. Contestas al teléfono -no es número oculto-, y en primer lugar preguntan por tu persona, con nombre y apellidos. Después, domicilio, calle y número. Datos correctos, pero antes de confirmar nada, preguntas quién llama.
  -Estamos a 15 minutos de su casa, pasamos el dia de ayer pero no había nadie. Tenemos un encargo que nos han encomendado proporcionarle y nos queremos reunir con usted.
   Todo esto en un tono amable, cordial y con facilidad de palabra. Sin atisbo de ofensa ni amenaza.
  -Pero qué coño quiere se le ofrece? De dónde habla?
   Y vuelve a presentarse con esa puta costumbre de mencionar su grado universitario. A veces hablan en nombre del Cártel Jalisco Nueva Generación o cualquier otra banda, a veces simplemente mencionan las palabras ´secuestro´ o ´levantón´ dentro de toda la palabrería que te sueltan para marear y confundir. En ese momento cuelgas, no quieres saber nada más.


Querida amiguis: Si recibes una llamada de este tipo, prueba a poner el número del que te marcan en google; seguramente haya sido reportado por más personas y asi compruebes que la cosa no va más allá de una molesta llamada.


   Estoy seguro al cien que soy uno más dentro de una cadena de intentos de alguien que dedica su tiempo a eso, a echar el anzuelo. Una llamada tras otra. Está comprobado que a menudo son marcaciones realizadas desde algún penal con un sistema de seguridad en rebajas y unos funcionarios con mucho hambre. Y me consta, porque conozco casos, que hay quien muerde el anzuelo. Pueden llegar a enlazar llamadas para que pienses que tienen a alguien de tu familia, cuando en realidad no te conocen, están a cientos de kilómetros de tu casa y lo único que saben de ti son los datos que tú aportas. En Internet, dónde si no.
   Por mi negocio, -y las políticas de protección de datos personales que las empresas con las que trabajo se pasan por el forro de sus santísimos- esos datos que me proporcionan mis queridos extorsionadores están en la red. No son capaces de darme ningún otro.
¨Entonces igual me acojonaba, me lo creía y aflojaba. Si no fuera porque ni de broma pongo en FB mis datos reales, ni subo prácticamente ninguna foto personal.¨
   Hasta un niño de primaria sería capaz de obtener mucho más a través de mi cuenta personal de Feisbuk. Gracias a la indiscreta red social sabrían que ayer estuve en tal fiesta, vestido de tal manera y con determinadas personas. Todo esto podría ser utilizado con el fin de sacarme los milloncejos. Sería algo asi; 
  -Lo estuvimos vigilando en su fiesta, iba usted vestido con una playera de color azul con sus amigos Jorgito y Pepito los putitos.
   Entonces igual me acojonaba, me lo creía y aflojaba. Si no fuera porque ni de broma pongo en FB mis datos reales, ni subo prácticamente ninguna foto personal.
Se entiende que la empresa del carapene de Zuckerberg pretende convertirse en el mayor directorio de datos del mundo; esa es la base de su negocio. Y tú, como usuario y cliente, tienes la libertad de entrarle al trapo o no. Los señores del Face llevan un tiempo poniéndolo difícil si quieres utilizar un seudónimo.





 Quieren tu nombre real. Se la trae al pairo si vives en un país donde puedes tener problemas si lo utilizas -seguro que el mío no es el unico lugar en el que pasa-. Por eso no me entra en la mollera cómo tanta basca no tiene problema alguno en proporcionar su nombre, apellidos, lugar de trabajo, teléfono, y en etiquetarse a cada paso que da (de las opciones de ¨seguridad¨ que te brinda FB ni hablamos); les falta poner el número de su tarjeta de crédito por si te quieres echar unas birras a su salud. O cambiar la cocina.

Actualización: Así de a gusto me quedé cuando me bloquearon la cuenta de FB.



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